La
respiración es un intercambio de gases que se produce en nuestros pulmones entre
el cuerpo y el exterior, cambiando oxígeno por dióxido de carbono.
El
aparato respiratorio lo forma la nariz, la boca, la tráquea, los pulmones y el
diafragma. El diafragma es un músculo que divide el tórax y el abdomen, y es uno
de los elementos más importantes a la hora de controlar nuestra respiración.
La
respiración sigue tres partes rítmicas: la inspiración, una pausa y la espiración.
Este proceso se lleva a cabo gracias a la diferencia de presiones tales como la presión pleural (presión del líquido interpleural), alveolar (presión del aire ubicado en el interior de los alveolos) y transpulmonar (diferente presión existente entre el interior y exterior de los pulmones).
Pausa: se mantiene el aire dentro de nuestros pulmones.
Espiración: El diafragma presiona a los pulmones provocando la salida del aire al exterior.
Es una fase pasiva de la respiración, porque el tórax se retrae y disminuyen todos sus diámetros, sin intervención de la contracción muscular, volviendo a recobrar el tórax su forma primitiva. Los músculos puestos en juego, al dilatarse el tórax, se relajan en esta fase; las costillas vuelven a su posición inicial así como el diafragma.
Según los distintos hábitats, los distintos seres vivos aeróbicos han desarrollado diferentes sistemas de intercambio de gases: cutáneo, traqueal, branquial, pulmonar.
Este sistema consiste en un intercambio gaseoso osmótico (o por difusión) con su medio ambiente en el que se capta oxígeno, necesario para la respiración celular, y se desecha dióxido de carbono.
La respiración y la fotosíntesis son dos fenómenos que se relacionan a nivel macro-ecológico.
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ResponderEliminarGracias, espero sigas leyendo todo lo que hay en mi blog :)
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