EL CONDOR ANDINO
El cóndor andino, cóndor de los Andes o simplemente cóndor es una especie de ave de la familia Cathartidae que habita en Sudamérica. El orden al que pertenece su familia se encuentra en disputa. Se extiende por la cordillera de los Andes, cordilleras próximas a ella y las costas adyacentes de los océanos Pacífico y Atlántico. Es el ave no marina de mayor envergadura del Planeta. No posee subespecies. Su nombre procede del quechua cùntur.
El cóndor andino fue descrito en 1758 por Carlos Linneo en la décima edición de Systema naturae, y conserva la nomenclatura binominal original de Vultur gryphus. El término genérico Vultur proviene del latín vultur o voltur, que significa 'buitre', en tanto, gryphus deriva de la palabra del griego antiguo γρυπός (grupós, 'pico con forma de gancho'). Es una especie emparentada con el cóndor de California y con el cóndor de la selva o cóndor real. Este último es, genéticamente, su pariente más cercano.
El cóndor andino es reconocido como una de las aves voladoras más grandes del planeta después del albatros viajero. Los adultos llegan a medir hasta 142 cm de altura, y entre 270 y 330 cm de envergadura, y pesan de 11 a 15 kg
los machos y de 8 a 11 kg las hembras. Poseen la cabeza desnuda y
relativamente pequeña, de color generalmente rojizo, aunque el mismo
puede cambiar según el estado de ánimo del animal; pico de borde muy
cortante y terminado en gancho. Las alas son largas y anchas, y las
patas, no prensiles, poseen uñas cortas y poco curvas, y con la
inserción del dedo posterior elevada. Las mismas están adaptadas para la
marcha y para la sujeción de la carroña. Alcanzan la madurez sexual
aproximadamente a los 8 años. El plumaje juvenil de ambos sexos es de
color marrón hasta alcanzar en mudas sucesivas el característico plumaje
negro-azabache de los adultos. Una ancha banda blanca resalta en el
dorso de las alas y un nítido collar blanco no completamente cerrado al
frente, protege la desnuda piel del cuello.
Es también una de las aves que vuela a mayores alturas, utilizando
las corrientes térmicas ascendentes verticales de aire cálido pueden
alcanzar con relativa facilidad los 7000 msnm; luego puede planear por
cientos de kilómetros casi sin mover las alas extendidas, el cóndor
consume muy poca energía y merced a su denso plumaje puede soportar
climas gélidos.
EL MACHO
Es más grande y más pesado que la hembra, (aprox. 11.5 kgs pesa un macho adulto versus 10 kgs una hembra adulta)
Presenta una cresta (carúpula) en su cabeza y tiene el iris de color marrón
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LA HEMBRA
No posée cresta y el iris es rojo
Ambos ejemplares cuando son adultos tienen plumas blancas en el cuello y en el dorso de las alas.
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HÁBITAT
El hábitat de los cóndores requiere al menos de tres condiciones básicas:
- Vientos o corrientes ascendentes de aire que les permitan volar alto.
- Terrenos despejados para descubrir la carroña desde la altura.
- Un suministro adecuado de animales muertos.
Principalmente en la Cordillera de los Andes, caracterizada por
montañas desoladas, cañones profundos y acantilados altos, aunque en
algunas zonas alcanza la costa. También desciende a los valles
precordilleranos, estepas y praderas abiertas
En Perú, norte de Chile y el
extremo austral de Sudamérica, suele estar presente en la costa,
alrededor de colonias de aves, lobos y elefantes marinos.
HÁBITAT NATURAL
En Chile
En todo el país desde Arica (I región) al Cabo de Hornos (XII región).
En Sudamérica
El Cóndor vive en Sudamérica, a lo largo de la cordillera de los Andes
Se encuentra en los siguientes países: Argentina,
Bolivia, Brasil (occidental), Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay
(occidental), Perú y Venezuela.
Hace 160 años su
distribución alcanzaba la costa atlántica; hoy resulta alarmante que
lo encontremos solamente en el Pacífico. Quizás, dentro de pocos años se
hable de una gran ave que habitaba la cordillera de los Andes.
ALIMENTACIÓN
Carnívoro (se alimenta de materia animal) .
Casi exclusivamente
carroñero, su dieta principal la constituyen los cuerpos de animales
muertos tales como guanacos o ganado, en la cordillera, y aves y lobos
marinos, en la costa.
Esta conducta lo convierte en un importante
eslabón en el equilibrio de los ecosistemas, pues acelera la eliminación
de desechos que pudiesen constituir un foco de infecciones.
Por este motivo, el SAG
(Servicio Agrícola y Ganadero) la clasifica como una especie
beneficiosa para la actividad agropecuaria y clave en la mantención del
equilibrio de los ecosistemas. Por eso hay que evitar su desaparición.
Uno o dos días pueden
pasar hasta que finalmente se acercan. Comienzan a alimentarse en los
puntos más accesibles o blandos de los cadáveres, es decir, los ojos, lengua, ano, ubre o testículos, abdomen
y entrepierna. Con sus fuertes y cortantes picos desgarran los tejidos y
abren los cueros, lo que adicionalmente facilita el aprovechamiento de
la pieza por parte de carroñeros de menor envergadura. Un cóndor puede
ingerir unos 5 kg de carne en un día y asimismo puede ayunar hasta
5 semanas.
DORMIDEROS
Los dormideros, compartidos por ejemplares adultos, sub-adultos y
juveniles de ambos sexos están generalmente localizados en riscos altos y
protegidos de la lluvia, el viento y potenciales depredadores. En la
mayoría de los casos observados los dormideros y posaderos preferidos, y
por ende disputados, son los que reciben más temprano los rayos
solares. Siendo que la carroña está distribuida al azar, los animales
usan repetidamente varios sitios de descanso o pernocta dependiendo de
la disponibilidad de alimento en el área llegando a concentraciones de
hasta 124 individuos.
REPRODUCCIÓN
En ambiente natural, uno de los aspectos menos conocidos del cóndor
es el referido a su reproducción. Los cóndores son básicamente monógamos,
es decir que escogen una pareja y permanecen con ésta de por vida. Sólo
en caso de que uno de los dos muera, el otro busca una nueva pareja. El
ciclo reproductivo del cóndor, incluido el cortejo, apareamiento,
incubación y levante del polluelo hasta su emancipación dura
aproximadamente dos o tres años. La especie posee el período de
incubación más prolongado entre las aves rapaces; en el momento de estro
o celo el color comúnmente rojizo de la piel de la cabeza se les torna
amarillento. Luego de 56 a 60 días de incubación compartida, nace el pichon.
NIDO
Para anidar escogen generalmente cuevas en grandes paredes rocosas
verticales, protegidas del viento y la intemperie. Las dimensiones de
los nidos son altamente variables. Depositan el único huevo directamente
sobre el sustrato arenoso de las cuevas en el cual han creado una
depresión presionando el pecho contra el sustrato. Igualmente utilizan
el pico para dar forma final a los bordes del mismo. Este comportamiento
se ha observado especialmente en los machos.
LOS PICHONES
Al nacer, son muy débiles y están cubiertos por un plumón gris blanquecino.
Los padres le dan de comer alimento
fácil de digerir, ablandado y entibiado en el buche. Estos permanecen
más de un año en el nido. La cría tarda 2 años en alcanzar su
maduración total.
La hembra pone sus huevos entre
septiembre y octubre. Hace su nido en lugares pocos accesibles que
custodia celosamente debido a que su hábitat se ha modificado y los
ejemplares han disminuido notablemente.
AMENAZAS
El cóndor andino es considerado una especie casi amenazada por la
UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Fue
puesto por primera vez en la lista de Especies en Peligro de Estados
Unidos en 1970, un estado que se asigna a un animal que está en peligro
de extinción en la totalidad o de una significativa parte de su área de
distribución. Las amenazas a la población incluyen la pérdida de hábitat
necesario para la búsqueda de alimento, el envenenamiento secundario de
los animales muertos por los cazadores y la persecución.
Se encuentra amenazada principalmente en la zona norte de su
distribución y es extremadamente rara en Venezuela y Colombia, donde se
ha sufrido una disminución considerable en los últimos años. Debido a
que está adaptado a una mortalidad muy baja y a bajas tasas de
reproducción, es extremadamente vulnerable a la persecución humana, la
mayoría de los cuales se deriva del hecho de que es percibido como una
amenaza por los agricultores debido a supuestos ataques al ganado. Los
programas de educación han sido implementadas por los conservacionistas
para disipar este malentendido. Los programas de reintroducción con
cóndores criados en cautividad, que liberan aves nacidas en zoológicos
de América del Norte en la naturaleza para reforzar la población, se han
introducido en Argentina, Venezuela y Colombia.
En Colombia, Venezuela, y especialmente Perú, se está llevando a cabo
en la actualidad proyectos de repoblación en áreas históricamente
habitadas por cóndores y de las cuales fueron extirpados en el s. XX.
Con en el estudio de registros históricos, se puede afirmar que la
densidad poblacional de la especie fue siempre menor en el extremo norte
de su distribución (Andes del Norte) comparado con los países del sur,
quizá debido parcialmente a que países como Bolivia, Chile y Argentina,
poseen vastos territorios relativamente despoblados de humanos y con
excelente hábitat para la especie.
PROYECTO DE CONSERVACIÓN
Los primeros cóndores criados en cautiverio fueron liberados en el
medio natural en el año 1989. Donde el contacto humano con la cría
natural de cóndores es mínimo; los polluelos son alimentados con títeres
de guante que se asemejan a los cóndores andinos adultos con el fin de
evitar la impronta de los polluelos con los seres humanos, que podría
ponerlos en peligro al ser liberados, debido a que no ve a los seres
humanos como un peligro. Los cóndores se mantienen en aviarios durante
tres meses antes de la liberación, en el que se aclimatan a un ambiente
similar al entorno donde serán liberados. A los cóndores se les realiza
un seguimiento por satélite con el fin de observar sus movimientos y
para controlar si aún están vivos.
En respuesta a la captura de todos los individuos salvajes del cóndor
de California, en 1988 el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de EE.UU.
comenzó un experimento de reintroducción que implica la liberación de
cóndores en cautiverio a la vida silvestre de California. Sólo las
hembras fueron liberadas para eliminar la posibilidad de introducir
accidentalmente una especie de América del Sur en los Estados Unidos. El
experimento fue un éxito, y todos los cóndores andinos fueron
recapturados y re-introducidos en América del Sur antes de llevar a cabo
la reintroducción de los cóndores en California.
En agosto de 1991, en Pampa de Achala, Córdoba, Argentina, se dio
origen al Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA). Este proyecto
está organizado por el ZOO de Buenos Aires, la Fundación Temaikén y la
Fundación Bioandina Argentina y cuenta con el apoyo de prestigiosas
instituciones, nacionales e internacionales. Su principal objetivo es
asistir a la conservación de estas fabulosas aves y su majestuoso
ecosistema, a todo lo largo de la cordillera, para asegurar la
supervivencia de quien es considerado el Espíritu viviente de los Andes.
EL MISTICISMO DE SU MUERTE.
Los incas
creían que el cóndor era inmortal. Según cuenta el mito, cuando el
animal siente que comienza a envejecer y que sus fuerzas se le acaban,
se posa en el pico más alto y saliente de las montañas, repliega las
alas, recoge las patas y se deja caer a pique contra el fondo de las
quebradas, donde termina su reinado. Esta muerte es simbólica, ya que
con este acto el cóndor vuelve al nido, a las montañas, desde donde
renace hacia un nuevo ciclo, una nueva vida. El cóndor simbolizaba la
fuerza, la inteligencia y el enaltecimiento o exaltación. Era un animal
respetado por todos aquellos que vivían en los Andes desde tiempos
anteriores al descubrimiento de América, ya que no sólo traía buenos y
malos presagios, sino que también era el responsable de que el sol
saliera cada mañana, pues con su energía era capaz de tomar el astro y
elevarlo sobre las montañas iniciando el ciclo vital.
¡¡CUIDEMOS AL CONDOR¡¡ El cóndor está en vías de EXTINCIÓN |